Sunday, November 25, 2007

Las cosas que se dejan de hacer por tener auto…

Recientemente regresé de mi retiro voluntario. Ya saben, de pronto uno necesita tiempo a solas para pensar un poco sobre su vida…Sobre lo que quiere. Sobre lo que ha hecho y lo quiere hacer…

En fin este artículo no es sobre eso. Es algo más. Es sobre cosas que pensé mientras conducía mi auto camino a casa. Y antes de que alguien lo piense… pues sí…los cerdos también conducimos y en algunos casos mucho mejor que ustedes.
Como les decía, manejando de regreso a mi hogar tuve la mala suerte de conducir un automóvil cuyos planes no calzaban con los míos.
“Yo quería ir a mi casa, pero el quería quedarse descompuesto en el medio de la carretera” y al final…él ganó…
Como podrán imaginar su amigo el cerdo tuvo que continuar su travesía a pie. La grúa se llevó al auto, pero por alguna extraña razón yo decidí no acompañarlo en su travesía, sino más bien internarme en las populosas calles de nuestra capital.
Las cosas que vi. O mejor dicho, las cosas que volví a ver…

Es impresionante de verdad, y se los digo de corazón, todas las cosas que nos perdemos cuando ganamos movilidad automotriz.

Es cierto, no hay que negarlo… la magia de conducir, la libertad de de poder ir a de A a B cuando yo quiera. Sentirte rey o reina de la carretera. Sentir el viento filtrándose por la ventanilla. ¿Quién puede negar que esas cosas por las cuales amamos manejar?

Pero ¿Se acuerdan ustedes de cómo era la vida sin auto?

Cuándo tenían que madrugar y correr para no perder el bus de las 6 si quería llegar a tiempo a su trabajo. Cuando tenían que irse temprano de algún lugar porque su último bus a casa salía a cierta hora… en fin.
Todo eso en el fondo suena negativo y más de uno estoy seguro está lanzando un suspiro de alivio por no tener que repetir ese drama nunca más.
Pero ¿Saben qué? Una caminata por el centro de la ciudad no estuvo mal. Y les diré por qué…
Porque ves gente. Suena tonto o talvez no era la revelación que estaban buscando, pero es la verdad.
Ya lo dice el título: “Cosas que dejamos de hacer cuando tenemos auto”

#1… Tener contacto casual con la gente:


El tener auto nos vuelve antisociales. Cuando tienes auto sólo ves a quien quieres ver. “Voy al cine con Andrea”, “voy a pasar a saludar a Rodrigo”..etc. Tenés control de a quien quieres ver todo el tiempo. Y eso mata la espontaneidad de la vida.
Pierdes perspectiva…Tu mundo es más pequeño y se te olvida ese mundo allá afuera, que camina todos los días a su trabajo o su hogar.
Te olvidas de pronto del fanático religioso que canta su fe a todo el que pasa a su lado. De la señora que vende lotería, de los que reparten volantes, del dependiente de tienda vestido de payaso que invita a entrar a su negocio.
Te olvidas de la chica de ojos claros que se topa de frente con tu mirada, mientras haces una parada en un semáforo en rojo. Cada quien en lados opuestos de la calle. También del matón que golpea con su hombro a todos, de los que llevan cajas pesadas de un lado a otro, de los que tocan música en las calles a cambio de monedas.
Atrás quedan las conversaciones casuales y espontáneas con la persona al lado tuyo en el autobús o en la fila del supermercado, “que horrible clima”, “Que fila esta que no avanza”.
Todo eso se pierde cuando te subes a tu auto.

#2 Dejas de hacer ejercicio:


Tu mundo son 4 ruedas que giran de aquí para allá. ¿Para que invertir en deporte si puedo mejorar el rendimiento de mi auto?
La gente que conduce (yo incluido), nos hacemos perezosos. A todo lugar donde vayamos debemos ir en auto. Si no se puede no podemos dejar de hacer gestos de malestar y de berrinche. Es como si el mundo nos pusiera una prueba horrible e incómoda.
De pronto el estómago aumenta y la condición física disminuye. Cualquier caminata por más simple y corta que sea, se convierte en el equivalente de una maratón.

#3
Sólo miras al frente:


Cuando manejas tu vista está atenta al frente, a los lados y hacia atrás… ¿Qué pasó con arriba y abajo?
Cuando caminas por las calles tu mirada cambia de eje. No solo los lados importan, también miras a las alturas… el cielo, el detalle en los techos, las construcciones, la gente en los balcones. Todo eso es cautivante. Lo mismo pasa con el suelo. La textura de las calles, los zapatos de la gente, el agua todo lo que hay en ese mundo debajo de nuestras rodillas. Todo ese mundo no lo ves en tu auto, lo pisoteas a una velocidad de 60kmph.

#4
Ya no sabes que pasa a tu alrededor:




Ahora tu punto de referencia es una noticia en el periódico, en la radio o el televisor. Ahora ya no tienes tiempo para caminar por las calles y notar los cambios, de ser testigo del desarrollo por ti mismo. Simplemente un día de estos vas de camino por la calles y algo que debía estar ha desaparecido.
Te desconectas de las cosas básicas de la vida.
La Internet te permite saber lo que pasa en el mundo pero no te cuenta de quien se mudó de esquina o quien falleció en las semanas anteriores a tu visita.
Eres un turista de un país que nunca has abandonado.

Todas esas cosas las dejas de hacer al subirte a un auto. No tengo nada en contra de manejar. Al igual que el teléfono sirve para acortar distancias.
Lo único que digo es que si en algún momento se topan con la oportunidad de una buena caminata para estirar su piernas y su memoria. No la dejen ir.

Hay cientos de cosas que suceden alrededor de ustedes, algunas tristes, otras divertidas, pero lo importante es que suceden, y lo hacen mientras ustedes están insultando al chofer del lado porque no los deja pasar para llegar a su trabajo.

Vamos... es sólo una caminata. De vez en cuando no hace daño y nos hace mas sanos de mente y cuerpo. Pero lo mejor de todo nos conecta como personas (o cerdos en mi caso)

Tomen el consejo de su amigo lechanche y de vez en cuando dejen el auto en la cochera. Es hora de conocer el mundo… un paso a la vez.

1 Comments:

At 8:49 PM, Anonymous Anonymous said...

Estoy de acuerdo, sin embargo creo que de ser posible se deben de tener ambas oportunidades, la de caminar y la de poder darte la escapada a un lugar lejano de San José, aquellos a los que un bus no llega y un taxi te cobra hasta lo que andas puesto. Pienso que se trata de una cuestión de educación cultural, aunque tengas auto, dejalo en tú casa, si no es del todo necesario, el problema viene en que todos queremos andar en auto siempre, hasta para ir a la esquina. Y también influye la falta de seguridad, no falta alguien que te cuente que fue caminando a la "pulperia" y lo asaltarón cerca de la casa. pero bueno... mejoremos todo en la vida o como se títula una de mis películas preferidas "La vida es bella"... así, aprovechemos cada respiro, cada oportunidad de experiencia, y sobre todo exaltemos siempre lo mejor de nosotros y lo mejor de los demás, porque todo es ganancia cuando se le saca provecho, como lo hiciste ... caminar es genial, si se tiene buena actitud :-D
Un beso chanchito !!

 

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